martes, 8 de abril de 2008

SE DICE, SE ESCUCHA, SE COMENTA: QUE EL BUEN ACIERTO SE TRASLADA A LA CALLE JOSE BENLLIURE nº 91 FRENTE A LOS AFLIGIDOS

Se dice, se escucha y se comenta que la Hermandad de Vestas del Santísimo Cristo del Buen Acierto ha dejado su actual local social en la calle Progreso nº 66 para trasladarse a la calle José Benlliure nº 91 entre Bolsos Peiró y Mata Chulvi, frente a la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos que tiene su sede social en el nº92. Así que las Hermandades que veneran a los dos crucificados del Cañamelar serían vecinas en el antiguo CARRER MAJOR.


RECUERDOS DEL YA HISTORICO LOCAL SOCIAL
DE LA CALLE DEL PROGRESO nº 66

Por FRANCISCO CELDRAN MARTINEZ

Es bueno escribir o recordar acontecimientos pasados para que las generaciones venideras conozcan la historia. La Hermandad a la que pertenezco desde 1972, como tantas otras a lo largo de su historia va a vivir un cambio de sede social, y la ya histórica de la calle del Progreso nº 66 va a guardar en sus paredes historias vividas por muchos cofrades desde el ejercicio 1986-87 que se alquiló y se remozó totalmente hasta el pasado 2007-2008.

Antaño nos reuníamos ya en la calle José Benlliure en el BAR LA DINAMICA en distintas épocas, en el Bar Savana en la calle Doctor Lluch, en la Bodega Gimeno en la calle Padre Luis Navarro, y mi padre me decía que en casa del Sr. Sorolla en la calle de la Barraca, también lo hicimos en Casa Palop hoy conocido como Bar Flor en la calle Martí Grajales desde donde salimos para irnos a nuestro propio local social en la calle del Progreso nº 66.


No fue fácil, la economía de la Hermandad, como siempre, no permitía grandes dispendios, y las cuotas eran de 200 pesetas mensuales de la época, lo que hoy equivaldría a 1,20 euros pero el que suscribe acababa de ser elegido presidente de la Hermandad en Casa Palop y junto a Juanvi Morales y Paquito Peiró iniciamos una carrera de proyectos ilusionantes. El local social era el primero, el ejercicio anterior el Sabado de Gloria ya habíamos cenado juntos en el Polit de la Cadena y decíamos el año que viene lo haremos en un local propio.
Vicente Pérez, Angel Mendez y quien les relata la historia estuvimos visitando en la calle de la Barraca, lo que luego fue la taberna vasca Otabarrieta, y hablamos con el dueño de dicho local que vivia en la calle de la Reina arriba de donde hoy están Los Longinos. Angel quería ese local, Vicente Pérez le parecía caro, y yo más jovencito me dejaba aconsejar por los mayores. Como al final no nos pusimos de acuerdo en el precio, Vicente Pérez ofreció en la calle del Progreso nº 66 una planta baja, propiedad de su familia, que había que adecuar totalmente y así fue como fuimos a parar a dicha calle.
Mi tio Joaquín Niñerola, que trabajaba en las oficinas de Superette lo convencí y nos vendía 10 talonarios de lotería para ayudar a los gastos del nuevo local social. Años más tarde me enteré que muchas veces le tocó poner dinero, pues las cajeras de algún establecimiento no le cuadraban las cuentas con la lotería y el a mí me lo entregaba perfecto cada mes. Contratamos albañiles, fuimos a comprar el terrazo para el suelo, y lo descargamos ladrillo a ladrillo, Vicente Andrés, Tonín González, Pedro Blanco y un servidor. Fuimos a Guillem de Castro a comprar las puertas. El día del Pregón del Cardenal Taráncón Toni González fue a recoger el luminoso y al día siguiente lo instalamos.
Y al ejercicio siguiente lo inauguramos oficialmente las cuotas desde ese ejercicio 1987-88 a 1989-90 que lidere la junta, las subimos de 200 a 250 pesetas. Cenabamos todas las semanas Pepe Ramiro e Isabel su esposa ejercían de padres de aquel grupo de jóvenes y allí hicimos nuestras asambleas y directivas con mucha ilusión y muchas veces también con mucha tensión, por los que discrepaban de nuestros proyectos, pero a pesar de lo difícil que resultó muchas veces, fue gratificante.


Estas instantáneas nos recuerdan los momentos históricos que fuimos viviendo, cada cual tiene los suyos, nosotros recordamos las cenas, nuestras vivencias, etc. Aquel mágico año 1992 que celebramos el cincuentenario de nuestro actual titular y volvimos a llevar en el trono-anda a nuestro Cristo junto a las imágenes en un corto pero emocionante traslado en la noche del Jueves Santo.


O los que estuvimos lijando en el local de Emiliet en Progreso 66, aquel corazón de Jesús que reconvertimos en nuestro Cristo Resucitado de la mano de Jose Vicente Cifre, y que Rosa Martinez bautizó de manera cariñosa como Alejandro, debido a la anécdota de ¿Dónde está Paco?. Está lijando y Rosa entendió está con Alejandro, y desde entonces ella siempre lo llama así.
En 1997 celebramos el presunto 125 aniversario, ya que sabemos que existen datos anteriores a la contienda civil que nos dan como año fundacional 1814 en lugar de 1872, pero también fue bonito volver a tener a nuestra imagen titular en nuestra sede social de la calle del Progreso y rezar junto a ella.
Los “titiflais” que instauró el sueco los sábados de gloria por la noche cuando se casó con Petra y años después tuvo a Línea en los que bailábamos en la calle Progreso hasta al amanecer, pero enseguida puntuales al Encuentro y Comulgar de Impedidos.
Algunos personajes recuerdo que pasaron por nuestro local como Pedro Calderón, entonces Jefe de la policía local de Valencia en 1987, o el torero Vicente Ruiz El Soro y su esposa en 1989, El Obispo Sanus en 1990 o el Presidente de las Cortes Hector Villalba en 1997, el Concejal Felix Crespo en 2004, etc.
Incluso cuando en dicho 2004 este cofrade acudió a su Hermandad a explicar su proyecto para la candidatura a la presidencia de la Junta Mayor.
Mi mujer Alicia y yo junto con mi hijo Juanfran hemos vivido parte de nuestra historia familiar semanasantera en dicha calle, allí ha pintado el belén y ha jugado los sábados santos en la referida calle del Progreso, y espero y deseo que pueda contárselo a sus hermanos Diego y Sergio en el futuro.
Pero lo más importante es que lo recordamos con cariño, pero ya es pasado, ahora nos queda la ilusión del futuro, como ahora en la calle José Benlliure, al igual que los Afligidos, que antes tuvieron su historia en Padre Luis Navarro, poder enseñar a Diego y a Sergio y también a Juanfran la tradición que nos legaron nuestros mayores, en su caso su abuelo Francisco Celdrán Montero, y que han seguido sus padres, para que cada primavera ahora desde la calle José Benlliure como yo hice de niño en la Dinámica y el la recogida del Estandarte en el nº 28 de mi antigua casa arriba de Casa Guillermo, vestir el habito de nuestra Hermandad y salir a la procesión a acompañar a CRISTO bajo la advocación del BUEN ACIERTO.

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