(Desde El Cañamelar, Valencia, José Ángel Crespo Flor.- Cuando un Ayuntamiento nombra a una personalidad que se va Hijo Adoptivo de esa ciudad casi nunca suele ser por quedar bien ya que el homenajeado en cuestión deja de gobernar. casi siempre suele ser por estima, agradecimiento y gratitud- eso es lo que sucedió con el Ayuntamiento de valencia cuando propuso a D. Agustín Garcia - Gasco como Hijo adoptivo de Valencia y eso mismo es lo que ha ocurrido con Oviedo cuando su ayuntamiento ayer, el mismo día en que se iba Madrid para preparar su toma de posesión como nuevo arzobispo de Valencia, es lo que ha hecho con D. Carlo Osoro.Esta reflexión viene a cuento porque casi siempre, los que no comulgan con las cosas de la Iglesia, suelen 'levantarse en armas' - es un decir- y critican estas decisión que casi siempre resultan colegialas. En el caso de D. Agustín tengo que decir que este galardón lo tenía más que merecido no ya por ese Encuentro mundial de las Familias que ha marcado un antes y un después en su trabajo pastoral al frente de la diócesis de Valencia sino por esa Universidad Católica San Vicente Mártir - su gran legado- que hará que muchos valencianos crezcan en sabiduría y en valores humanos y eso es algo que la tenacidad de D. Agustín ha podido ante los problemas que unos y otros le han puesto.
Hoy la Universidad Católica San Vicente Mártir no sólo es una realidad sino un ejemplo a imitar por otras universidades de parecido calado fundacional.Sea como fuere lo bien cierto es que si el Ayuntamiento de Oviedo a tenido a bien conceder ese título a D. Carlos Osoro es porque a lo largo de su estancia en la diócesis de Asturias se lo habrá ganado a pulso. Es más...se le nota que es un gran trabajador, que llega con muchas ganas y lo que es aún mejor, con un buen bagaje intelectual y evangélico, cosa esta muy importante cuando hablamos de la segunda diócesis más grande de España.
Y como no me cabe la menor duda de sus méritos, aprovecho este blog de EOS para dar la bienvenida a quien va a ser nuestro nuevo pastor, recibirle con los brazos abiertos y desearle una estancia plena de éxitos pastorales en el tiempo en que esté al frente de esta Diócesis que, insistimos, es la segunda más grande de España.¡D. Carlos, siéntase en Valencia, entre nosotros -sus nuevos fieles- , como en su casa, como se sentía en Oviedo, entre los fieles asturianos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario