ADOLFO SUAREZ ILLANA REZA EL ROSARIO, QUE TIENE UNA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS, TODOS LOS DIAS
(Desde El Cañamelar de Valencia, José Ángel Crespo Flor).- "Todos los días rezo el Rosario. Otra cosa que hago, al levantarme, es ofrecer el día y a lo largo del mismo digo un montón de jaculatorias sobre todo cuando oigo la sirena de una ambulancia o de un coche de policía. Luego, por la noche, me gusta rezar con mis hijos antes de acostarlos". Quien así habla es Adolfo Suarez Illana, el hijo de quien fuera presidente del gobierno español durante la transición democrática. Adolfo Suarez se confiesa en el semanario Alba y lo hace sin tapujos. Por ejemplo, dada su condición de abogado y político asegura sentirse muy cómodo con la figura de santo Tomás Moro de quien asegura que "encarna a la perfección eso que ha dado en llamarse unidad de vida: el compromiso con la fe llevado hasta las últimas consecuencias.
Sin embargo como valenciano lo que más me ha gustado de la entrevista es la devoción que dice tener por la Virgen de los Desamparados. Tomo palabras suyas "Cuando empecé a torear, me fueron llegando estampas. Ir colocándolas en 'mi capilla' ya era una forma de rezar. Aquí he de decir que guardo especial devoción por la Virgen de los Desamparados" para añadir a continuación que "tal vez sea porque mi madre se llamaba Amparo. El Rosario que siempre llevo encima tiene la imagen de esa Virgen".
Uno, que es feligrés de la parroquia Nuestra Señora del Rosario del barrio valenciano de El Cañamelar no puede por menos que sentir un legítimo orgullo de que personas tan validas socialmente no se 'arruguen' cuando hablan de su devoción al Santo Rosario. Una práctica que aunque algunos la consideren poco menos que denostada, gracias a Dios es tan actual como la vida misma y son muchos los que la practican a diario y se sirven de ella para poder hacer un bien a la sociedad en la que viven y trabajan. Si a eso se añade que el Rosario que siempre lleva consigo Adolfo Suarez Illana tiene la imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, el orgullo, a la fuerza, tiene que ser mayor.
No resulta descabellado pues pensar que en una de sus visitas a Valencia haya rezado en la basílica de la Virgen de los Desamparados. Y lo haya hecho de incógnito, como uno de los muchos que a diario la visitan. Si no lo ha hecho le invito a que lo haga y aún le aconsejo, que procure hacerlo por la mañana, a eso de las 13 horas cuando la Escolanía de la Virgen, que ha cumplido ya el medio siglo de existencia, canta a diario. Si tiene la oportunidad de hacerlo estoy seguro que no se arrepentirá.
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