miércoles, 8 de julio de 2009

LAS FOTOS DE EOS 2009: EL CABAÑAL AMANECE CON CRISTO EN UN VIERNES SANTO MARINERO

FOTOS LUIS TIMON Y PACO CELDRÁN

EL VIERNES SANTO volvemos a vivir con Jesús su Pasión: la aprehensión de Nuestro Señor, interrogatorios de Herodes y Pilato, flagelación, coronación de espinas y la crucifixión.

Y siguiendo con las instantáneas de los gráficos de EOS captadas durante la Semana Santa Marinera 2009 continuamos con dicho Viernes Santo tempranito Luis Timón y Paco Celdrán captamos instantáneas del encuentro de los Cristos en el Cabañal y como el Salvador es trasladado a la orilla de la playa lo que se convierte en UN VIERNES SANTO MARINERO


Recordemos la historia de Jesucristo, en aquel entonces, la crucifixión era la ejecución más cruel y degradante que se conocía. Un ciudadano romano no podía ser crucificado. La muerte sobrevenía después de una larga agonía.

Jesús en la cruz, con un sufrimiento físico y moral muy grande, fue capaz de perdonar a los que lo ofendieron.

Las “siete palabras" de Jesús son el testamento que nos deja al morir y emprender su partida al Padre:

• Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

• En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

• Mujer ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu Madre.


• Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

• ¡Tengo sed!

• Todo está cumplido.


• Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.


Desde la cruz, Jesús nos termina de dar su mensaje de amor y salvación dejándonos a su Madre y enseñándonos a perseverar hasta el final. El sacrificio de la cruz se vuelve a vivir en cada Eucaristía, por medio de ella, Jesús sigue vivo y permanece con nosotros.


El Viernes Santo lo conmemoramos los cristianos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Celebración de la Pasión del Señor en la que se hace la adoración de la cruz.


En el Cabañal, como deciamos al principio, los cofrades de la Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador, del Cabanyal, portan su imagen titular a orillas de la playa en una ceremonia tradicional en memoria de los fallecidos en la mar y de los familiares difuntos de los cofrades


Previamente, a las 8.00 horas, la imagen sale en procesión al encuentro con la Hermandad del Cristo del Salvador y del Amparo, acto que tiene lugar este año en la calle de la Reina, ante los devotos que proclaman oraciones dirigidas por los consiliarios de las dos hermandades.


A continuación, la imagen del Cristo del Salvador y la del Cristo del Amparo son trasladadas juntas a paso ordinario hasta la calle Doctor Lluch, "momento en el que ambas imágenes se juntan fraternalmente y se separan en un gesto que parece real


Tras el acto, los cofrades del Cristo del Salvador portan la imagen hasta orillas de la playa, donde "un tradicional toque de tambor da paso a la oración por todos los fallecidos en el mar, así como por los difuntos de los cofrades

Tras el canto de una saeta y de la Salve Marinera, dos mujeres en representación del personaje bíblico de María, "se introducirán con los pies en el mar para depositar sobre el agua una corona de laurel en honor a los referidos difuntos

Finalmente, la imagen del Salvador se trasladará hasta el local de la Hermandad, donde permanece hasta el comienzo del Via Crucis de Viernes Santo a las 10.00 horas.


Esta Hermandad del Cristo del Salvador, fundada en 1851, cuenta en la actualidad con más de 200 miembros. y su hermano mayor honorario 2009 ha sido la doctora Mari Angeles González Gudino.

Los cofrades visten túnica morada con capirote y capa negra durante Jueves y Viernes Santo, y capirote y capa blanca el Domingo de Resurrección.

En resumen el Viernes Santo la Iglesia Católica celebra la pasión y la muerte de Jesús por medio de la palabra, por la Adoración de la Cruz y la Comunión Eucarística.

Los acontecimientos que se recuerdan en Viernes Santo son el clímax de todos los evangelios, se concentra en él el momento más importante de la vida de Cristo.


Es por ello que el significado "espiritual" de esos hechos es fundamental en la fe cristiana.
Jesús efectivamente termina dando la vida por sus amigos.

Y es el camino a la Pascua, que celebramos el DOMINGO DE RESURECCION díaque conmemora la resurrección de Jesucristo y su entrada a los cielos al lado de su Padre.
La Pasión de Cristo se recuerda por medio de lo que se conoce como el Vía Crucis. Este fue creado en el siglo XII por Francisco de Asís.
Tradicionalmente tiene catorce "estaciones" que recuerdan pequeños momentos del camino de la cruz (que en latín se dice "Vía Crucis").

Antiguamente algunos de estos momentos eran sólo tradicionales (o sea, no tenían paralelo en ninguno de los evangelios).
En la actualidad, sin embargo, se prefiere hacer un Vía Crucis organizado, dónde sólo se ocupan momentos evangélicos.
También se realiza el Sermón de las Siete Palabras (las siete frases que en los cuatro evangelios Jesús dice desde la Cruz).
Y está la adoración de la cruz. Esta última se realiza casi al final de la liturgia y es uno de los gestos más queridos por el pueblo creyente.
La Crucifixión.Al llegar al Gólgota, los soldados hicieron que Jesús y Simón dejaran la cruz en el suelo; luego le dijeron a Simón que se fuera.
Jesús estaba muy débil, la sangre manaba de las heridas de su espalda y de su frente lacerada por la corona de espinas.
Uno de los soldados le ofreció una copa de vino con mirra, para aliviar el dolor de Jesús, pero Él la rechazó. Entonces, lo acostaron sobre la cruz y clavaron sus muñecas y manos en ella.

Colocaron sobre su cabeza una inscripción en hebreo, latín y griego, que decía "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos".


Tras esto, pusieron la cruz en su lugar. Los soldados se repartieron a suerte la ropa de Jesús y se sentaron a montar guardia.
Mientras tanto, la gente tenía distintas actitudes. Muchos miraban, llenos de tristeza e impotencia.
Pero otros se mofaban de Jesús y le gritaban: "Si realmente eres el Hijo de Dios, ¿por qué no te salvas a ti mismo?".
Pero Jesús exclamó: "¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!".
Junto a Él habían crucificado a dos ladrones, uno a cada lado de Jesús. Uno de ellos también lo escarnecía: "¡Si eres el Mesías, el Hijo de Dios, sálvate y sálvanos a nosotros!".

Pero el otro le dijo: "¿Ni siquiera temes a Dios en la hora de tu muerte? Nosotros somos castigados por nuestros crímenes, pero Él nada malo ha hecho".
Y, volviéndose hacia Jesús, le dijo: "Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Y Jesús le dijo: "En verdad te digo que hoy entrarás conmigo en el Paraíso".

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