(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- El ex-jugador de golf y ex-número uno del Mundo, 'Seve' Ballesteros 'cofrade de honor del Cristo de los Afligidos del Cañamelar '2009' ya está en posesión de la última enciclica que ha escrito y firmado Benedicto XVi. Con él también la han recibido el Comandante de Marina, Ramón Luis Gordillo y el párroco de Santa María del Mar (Grao) Antonio Diaz Tortajada quien se alegró mucho por esta iniciativa y animó a la Hermandad del Cristo de los Afligidos para que "continue con esa labor, no importa tanto el número de las encíclicas que se repartan como el interés de la gente por "empaparse" de lo que dice en Esta el actual pontífice de la Iglesia Catolica Universal.La Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos entregó su primera enciclica ‘Caritas in veritate’, tercera de Benedicto XVI, a Ignacio Carrau, ex- presidente de la Diputación de Valencia y presidente durante 23 años de la Cofradía del Santo Cáliz. Fue como una especia de homenaje a su constante labor en prop de la mayor reliquia de la cristiandad: el Santo Grial. También han recibido la Encíclica los sacerdotes cubanos Antonio Hernández Carbonell, vicario del Rosario (El Cañamelar) el padre Reynaldo Calderius, que ha estado unos días en El Cañamelar y el también sacerdote, pero este del barrio, Francisco de Paula Ferrer Tapia. José Polo, el párroco del Rosario, también es otro de los que tienen esta obra del magisterio del papa Benedicto XVI.
La Hermandad, que preside Joaquin Reig Capilla y que en la actualidad está celebrando el 80 aniversario de su primera salida oficial como colectivo de la Semana Santa Marinera de Valencia (SSMV), ha optado por regalar esta encíclica, tercera del pontificado de Benedicto XVI , tras la ‘Deus caritas est’ y la ‘Spe Salvi’ y primera enciclica social que firma el actual pontífice, para ayudar a que tenga la difusión que un testimonio del papa merece.
El propio arzobispo de Valencia mons. D. Carlos Osoro, al referirse a la encíclica del Santo Padre ha asegurado que las encíclicas del papa Benedicto XVI “Deus caritas est” y “Caritas in veritate”, son un "regalo de luz en estos tiempos de crisis" porque "nos hacen preguntas y nos dan respuestas". A este respecto, ha considerado también la constitución del Concilio Vaticano II "Gaudium et Spes" como "la más significativa respuesta de la Iglesia a las expectativas del mundo contemporáneo".
Durante su intervención en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez, el arzobispo de Valencia dijo que la luz que aporta la Iglesia en los tiempos de crisis "tiene un programa singular y único, que dirige hacia una sociedad reconciliada en la justicia y en el amor", refiriéndose lógicamente a esta Encíclica que tanto bien hace a quien la lee.."Entendemos que ahora que se acerca agosto, para muchos el mes de las vacaciones bueno será que leamos esta encíclica, la pensemos, la meditemos en la cabeza y lo más importante, la hagamos nuestra y, al menos durante este mes, sea el libro de la mesita de noche". No hay que olvidar que el Santo Padre cuando escribe lo hace 'investido' en su enorme personalidad como obispo de Roma y sucesor de San Pedro pero en el caso de Benedicto XVI lo hace empleando un vocablo certero, fácil y que llega bien a cualquier auditorio, lo que le confirman como uno de los teólogos más sobresalientes de este siglo XX.
Volviendo de nuevo a los portavoces de este colectivo que tiene por titualr al patrono del Cañamelar hay que decir que "la motivación que tenemos no es otra que alinearnos con el magisterio del Papa .- ahora Benedicto XVI como antes Juan Pablo II, beber de sus caudales de sabiduría y cooperar para que cada vez se lea y reflexione más sobre lo que dice el obispo de Roma en estos escritos que más que Encíclicas son verdaderas lecciones magistrales de la Iglesia Católica en la actualidad".
Vuelvo al principio. Es preciso que conozcamos de primera mano esta Encíclica para luego poder opinar. Tras ella seguro que conocemos un poco mejor a quien hoy en día gobierna la Iglesia católica porque en esta como en las anteriores encíclicas, Benedicto XVI se ha 'desnudado para poder ofrecer a los católicos lo mejor de sí mismo, que no es poco.
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