LEVANTE-EMV.-VORO CONTRERAS VALENCIA Dos incendios, al parecer intencionados, destruyeron ayer de madrugada cinco vehículos y el interior de una bodega en Valencia, además de afectar a las fachadas de dos edificios y obligar a desalojar a varias familias. Los dos siniestros podrían haber sido obra de las mismas personas, ya que se registraron con apenas quince minutos de diferencia y en la misma zona del barrio del CABAÑAL-CAÑAMELAR. Eso sí, entre un incendio y otro hay alrededor de un kilómetro de distancia, por lo que se sospecha que el autor, o autores, se desplazaron de un lugar a otro en un vehículo. Al cierre de esta edición no se había registrado todavía ninguna detención.
El primer incendio se originó alrededor de las 4.10 horas en un turismo que se encontraba aparcado en un callejón a la altura del número 40 de la calle Francisco Cubells. Según señalaron ayer fuentes de Bomberos de Valencia, el fuego llegó hasta una furgoneta que se encontraba estacionada a escasos metros y que quedó totalmente destruida.La furgoneta pertenecía a una bodega frente a la que estaba aparcada. El incendio atravesó la puerta metálica del almacén de este establecimiento, en cuyo interior había otra furgoneta y cientos de botellas de alcohol que empezaron a reventar a causa del calor. "A nosotros nos despertó las explosiones de las botellas", relataba ayer uno de los residentes del edificio en el que está el establecimiento
Las llamas alcanzaron tal virulencia que llegaron hasta al séptimo piso de la fachada de la finca, destruyendo toldos, persianas y aparatos de aire acondicionado mientras el humo invadía varias viviendas y despertaba a sus habitantes. "A nosotros vinieron a avisarnos y cuando llegamos no se podía hacer nada. Nos lo habían destruido todo", relataba la propietaria de la bodega.
Mientras los bomberos desplazados hasta el lugar trataban de impedir que las llamas llegasen a las viviendas, recibieron el aviso de otro incendio cerca de allí. A las 4.25 horas, estaba ardiendo dos coches en el número 266 de la calle La Reina. En este caso, los autores de la gamberrada prendieron fuego a un vehículo de la marca BMW, propiedad de un antiguo taxista que dormía en su casa a escasos metros, y las llamas afectaron a otro coche aparcado al lado y quemaban parte de la fachada.Cómo ocurría en el primer incendio, muchos vecinos de los edificios junto a los que estaban aparcados los vehículos dormían con las ventanas abiertas para combatir el calor. "La casa se nos llenó de humo, pero nosotros no nos habríamos dado cuenta si no hubiese sido porque la perra vino a despertarnos y empezó a ladrar", recordaba una afectada que tuvo que refugiarse en la vivienda del vecino que da a otra calle.
El primer incendio se originó alrededor de las 4.10 horas en un turismo que se encontraba aparcado en un callejón a la altura del número 40 de la calle Francisco Cubells. Según señalaron ayer fuentes de Bomberos de Valencia, el fuego llegó hasta una furgoneta que se encontraba estacionada a escasos metros y que quedó totalmente destruida.La furgoneta pertenecía a una bodega frente a la que estaba aparcada. El incendio atravesó la puerta metálica del almacén de este establecimiento, en cuyo interior había otra furgoneta y cientos de botellas de alcohol que empezaron a reventar a causa del calor. "A nosotros nos despertó las explosiones de las botellas", relataba ayer uno de los residentes del edificio en el que está el establecimiento
Las llamas alcanzaron tal virulencia que llegaron hasta al séptimo piso de la fachada de la finca, destruyendo toldos, persianas y aparatos de aire acondicionado mientras el humo invadía varias viviendas y despertaba a sus habitantes. "A nosotros vinieron a avisarnos y cuando llegamos no se podía hacer nada. Nos lo habían destruido todo", relataba la propietaria de la bodega.
Mientras los bomberos desplazados hasta el lugar trataban de impedir que las llamas llegasen a las viviendas, recibieron el aviso de otro incendio cerca de allí. A las 4.25 horas, estaba ardiendo dos coches en el número 266 de la calle La Reina. En este caso, los autores de la gamberrada prendieron fuego a un vehículo de la marca BMW, propiedad de un antiguo taxista que dormía en su casa a escasos metros, y las llamas afectaron a otro coche aparcado al lado y quemaban parte de la fachada.Cómo ocurría en el primer incendio, muchos vecinos de los edificios junto a los que estaban aparcados los vehículos dormían con las ventanas abiertas para combatir el calor. "La casa se nos llenó de humo, pero nosotros no nos habríamos dado cuenta si no hubiese sido porque la perra vino a despertarnos y empezó a ladrar", recordaba una afectada que tuvo que refugiarse en la vivienda del vecino que da a otra calle.
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