lunes, 17 de agosto de 2009

GUALLART CON LA PEREGRINA EN CULLERA: “LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE DESDE SU PROTECCIÓN CERCANA EN ESTE PUEBLO COSTERO"


DIARIO DE UN DEVOTO DE LA VIRGEN
Por Manolo Guallart. Texto y fotos.Algunas instantáneas colabora JUAN RAMÓN ARAGÓ GOMAR, fotógrafo de Cullera.

15 de agosto.- 10,15 de la mañana.La Virgen ya está de nuevo en la parroquia. La primera misa con la Peregrina en el templo ha sido especial. La entrega del devoto a Madre y Señora es mayor cuando el cansancio físico tiende a sobrepasar los límites. Muchas personas han seguido en vela hasta que a las 4,30 han empezado a sonar las campanas de la parroquia y así por tres veces hasta las 5h en punto. Confesaré en este diario de devoción que he procurado descansar durante algo más de dos horas y en el silencio de mi rincón de acogida en la casa parroquial me he sentido arropado –además- por la cercanía de la Virgen, siempre buena compañera. La concentración popular y devota en el templo a estas horas poco habituales me ha recordado las madrugadas de Viernes Santo en Sagunto para acompañar a Jesús con la Cruz en la subida del Via Crucis.
Pero esto es Cullera, aquí está la Peregrina y la propuesta era participar en el Rosario de la Aurora hasta la Ermita del Castell.

Era completamente de noche, con la banda de cornetas y tambores tras la imagen en procesión, con el párroco y los custodios, las autoridades locales y un millar de fieles acompañando a la imagen de María en su salida nocturna.

Las despejadas calles cercanas al puerto fluvial se llenaban de fe por la presencia de la multitudinaria procesión, con mayores y también algunos niños, camino de la primera cuesta cerca del mercado viejo.

Y desde allí, siempre hacia arriba, con el reto de cofrades y seguidores para superar desniveles y dificultades naturales en forma de rocas, árboles y recorrido sinuoso marcado por las estaciones espirituales.
Parada, descanso y rezo. Se mantiene la noche cerrada, prosigue la subida con indicaciones expertas para recorrer cada tramo del camino.

Sentía que la Virgen aportaba entereza a los portadores, dejándose llevar a la vez que infundiéndoles ánimo, fuerza y espíritu hasta alcanzar la cima en la Ermita.

Entrada triunfal, recibida por el santuario pleno de fervor popular y la Virgen de la Encarnación presidiendo el altar: María hecha Madre, Peregrina y Asunta al Cielo en la fiesta del 15 de agosto.Una solemnidad celebrada por todo lo alto ya con los primeros rayos de día festivo. Dos impactos visuales para el recuerdo: la fotografía del grupo de portadores en el altar con ambas patronas y el instante en que las dos imágenes quedaban encaradas y el templo abarrotado clamaba alabanzas y vítores a María.


La bajada ha sido más lenta y con mucho sentimiento, fruto de la experiencia de fe y superación en la madrugada, amén del sentimiento del deber cumplido entregando a la Virgen el paisaje pleno de Cullera desde el mirador mariano más singular.






Mientras captaba nuevos encuadres desde puntos estratégicos del recorrido, he experimentado que la Virgen de los Desamparados siempre estará presente desde su protección cercana en este pueblo costero con faro, castillo y ermita tan devoto de la advocación valenciana de María.

Ya es de día, y día de fiesta
Las calles del centro celebran la presencia de la Virgen de los Desamparados en su histórica visita, esta vez de vuelta a la parroquia.








Allí, a templo lleno como siempre, una solemne misa para dar gracias a Dios
por su gran Madre en el día de su reconocimiento por ser fiel al proyecto a Dios para ella: la Asunción. Espera un día de fiesta.




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