
Un año mas la parroquia permaneció abierta desde las 8 de la mañana hasta las 21 horas, sin interrupción lo que sirvió para que los cubanos fueran depositando junto a la Virgen flores y donativos. Dos plegarias marianas como el Angelus y el Rosario centraron las horas puntas de la mañana y la tarde para poner como colofón la Misa Solemne que presidió el propio Olbier y que contó, en esta ocasión, como concelebrante con el párroco del Cañamelar, José Polo, cuyo hermano Miguel, misionero en Cuba, murió hace casi 15 años en Cuba. Para entonces el templo estaba repleto. Pero repleto de cubanos y valencianos en una sintonía que cada vez 'suena' más acompasada. El Rosario ofreció, por lo tanto, un aspecto deslumbrante, mejor incluso que cuando se celebra la Fiesta de la Titular y patrona, la Virgen del Rosario, cosa que como cristianos agradecemos aunque como rosarieros nos duele en el alma.

Olbier insistió durante la Misa en la importancia que tiene la Asociación de Amigos de la Caridad del Cobre para seguir apostando por Cuba y animó a estos a ser generosos con Cuba también resaltó la tarea que la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos está realizando con su Hucha Solidaria cuyo destino, de unos años a esta parte, también es para Cuba. "El cubano no olvida y el cubano es agradecido con la gente que le ayuda" resaltó un Olbier que, en ocasiones, tuvo que tragar saliva para poder continuar dada la emoción que vivía al pensar en los presos políticos que todavía existen en Cuba, en los mártires por la opresión castrista, en los emigrantes y sobre todo, en las familias desunidas".
Faena tiene la Virgen de la Caridad del Cobre para arropar bajo su manto tantas peticiones como se hicieron a lo largo del día pero sobre todo, en la Misa Solemne donde, una vez más, se demostró que El Cañamelar está con Cuba y Cuba quiere estar con el Cañamelar.
Como punto final quiero añadir dos cosas: por una parte hacer mías las palabras de Olbier que emplazó a los cubanos a que vayan al Rosario para ver a la Virgen de la Caridad del Cobre que está todos los días del año esperándonos; que tomen la parroquia del Rosario como el templo de su reafirmación en la Fé y que hagan lo posible por aumentar el número de socios de la Asociación de amigos de la Caridad porque así se podrá acometer más cosas, se ayudará a más gente y se estará luchando por una Cuba más libre, y democrática. Una Cuba en la que sueñan todos los cubanos, yo mismo, los que aquí estamos y los que en Cuba celebran este día como una gran jornada de reafirmación en su Fé Católica.
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