miércoles, 24 de junio de 2009

LA PARROQUIAL DEL ROSARIO CELEBRO LA NOCHE DE SAN JUAN EN LA CALLE JOSE BENLLIURE

Todos los años, el 23 de junio a las 12 de la noche, se realizan varios rituales para aprovechar las energías mágicas de la noche de San Juan y nuestra playa de LAS ARENAS y todo el litoral valenciano se inunda de miles de personas que acuden a celebrar tan mágica noche. Y ayer no fue una excepción. Pero ... ¿de dónde viene esta magia?
Todo se relaciona con San Juan el Bautista y el solsticio del 21 de junio.

El 24, se celebra el nacimiento de San Juan, quien preparó a la humanidad para la llegada de Jesús.
Su nacimiento ocurrió en una fecha muy cercana a un solsticio (de invierno para el hemisferio sur, y de verano para el hemisferio norte), lo que quiere decir que lo que está en juego son poderosas energías solares actuando en la Tierra.

Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su principal significado era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, y al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer en el Solsticio de Invierno.
Para conmemorar y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos, se encendían grandes hogueras

Este festival se lo asocia a rituales destinados a obtener pareja o a conservarla.

Son innumerables los rituales propios de la Noche de San Juan, pero todos giran en torno a la glorificación del fuego.

De hecho, este es el festival del fuego por excelencia.Realmente como hemos dicho anteriormente, la noche del solsticio es la del 21 de Junio aunque la Iglesia la ha adaptado a la festividad de San Juan.

De igual forma, la presencia del agua es uno de los grandes símbolos de las celebraciones de San Juan que parece no tenerse en tanta consideración y que sin embargo, es una parte esencial de numerosos ritos de esta festividad.
El apelativo de "Verbena" a esta fiesta se lo dio la costumbre practicada en algunos lugares por las jóvenes casaderas de ir a recoger verbena a las doce de la noche en la víspera de San Juan, creyendo que con ello conseguirían el amor del hombre deseado por su corazón.
Otra de la creencias era que la pareja que saltaba unida la hoguera conseguía felicidad y buena fortuna.
Otra de las tantas costumbres es aquella en que las jóvenes arrojan guirnaldas trenzadas por ellas a sus amados a través de las llamas y ellos deben recogerlas antes de que caigan al fuego.
Las guirnaldas se guardan como talismanes de buena fortuna y, ocasionalmente, se quemaba alguna cinta en el hogar para procurar protección de sus habitantes y animales.

Aqui en la Valencia Marinera, lo típico, es saltar las siete olas, y pedir un deseo por cada una de las olas mientras las estas saltando, aunque algunos grupos para finalizar las ceremonias se introducen entre las olas, comulgando por un corto tiempo con el mar y recibiendo de él toda su fuerza la parroquial del Rosario celebró una cena de Hermandad en la calle de José Benliure donde reino el buen ambiente.

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