Hoy en NUESTRA GENTE se lo dedicamos a Javi Das Alonso, que fue cofrade de la Hermandad de Vestas del santísimo Cristo del Buen Acierto, donde se inició como semanasantero para pasar posteriormente a ser el presidente refundador de LA HERMANDAD DE LA CRUCIFIXIÓN DEL SEÑOR en la que milita actualmente
Su sonrisa es una constante en su rostro y es heladero artesano de profesión primero en la Travesia del teatro en la Heladeria Laura que le traspasó su tia Pepi, luego en Heladeria San Marino y actualmente en Heladria La Golosa.
El ser costalero de su Hermandad ha sido una de sus grandes ilusiones y su hijo Carlos y su madre Maruja son dos de sus grandes debilidades.
Ni bajo de la parihuela pierde su sonrisa y su buen humor
Los ensayos con sus compañeros costaleros fueron una gozada como el mismo dijo y los espera este año con más ganas si cabe.
Su esposa Romi es el motor de su vida, comparten trabajo, confidencias, amor y juntos disfrutan de Carlos hijo del anterior matrimonio de Javi. Aunque su ahijado Diego y su mellizo Sergio también están en su lista de cariño.
La emoción al salir del Paso de la Crucifixión del Señor tras la procesión a costal fue un emotivo momento que recordará siempre y que le llevó a perder su habitual sonrisa, aunque al rato la recuperó como es normal en él.
Hoy en NUESTRA GENTE se lo dedicamos a Javi Das Alonso, que fue cofrade de la Hermandad de Vestas del santísimo Cristo del Buen Acierto, donde se inició como semanasantero para pasar posteriormente a ser el presidente refundador de LA HERMANDAD DE LA CRUCIFIXIÓN DEL SEÑOR en la que milita actualmente
Su sonrisa es una constante en su rostro y es heladero artesano de profesión primero en la Travesia del teatro en la Heladeria Laura que le traspasó su tia Pepi, luego en Heladeria San Marino y actualmente en Heladria La Golosa.
El ser costalero de su Hermandad ha sido una de sus grandes ilusiones y su hijo Carlos y su madre Maruja son dos de sus grandes debilidades.
Ni bajo de la parihuela pierde su sonrisa y su buen humor
Los ensayos con sus compañeros costaleros fueron una gozada como el mismo dijo y los espera este año con más ganas si cabe.
Su esposa Romi es el motor de su vida, comparten trabajo, confidencias, amor y juntos disfrutan de Carlos hijo del anterior matrimonio de Javi. Aunque su ahijado Diego y su mellizo Sergio también están en su lista de cariño.
La emoción al salir del Paso de la Crucifixión del Señor tras la procesión a costal fue un emotivo momento que recordará siempre y que le llevó a perder su habitual sonrisa, aunque al rato la recuperó como es normal en él.
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