(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo).- Un reportaje del semanario católioco ALBA nos puso sobre aviso. El 31 de mayo de 1909, hace por lo tanto, 100 años nació Giovanni Palatucci , ahora en periodo de beatificación. La verdad es que resulta muy convicente estos ejemplos de estas personas, de carne y hueso como usted o como yo, que dicen no a sus superiores con tal de permanecer al lado de sus creencias religiosas. Y claro...esto no gusta. Resumiendo, fue uno de tantos que murió en el campo de concentración de Dachau pero eso sí, después de haber salvado la vida a miles de judíos por lo que la suya fue una visa plena, llevada hasta el extremo pero que desde su muerte goza, con toda justicia, de la felicidad eterna.De vez en cuando resulta muy aleccionador leer y releer estos ejemplos de laicos que lo dejaron todo con tal de no apartarse de Dios. Es el caso que nos ocupa. Un caso no muy conocido pero que ahora mismo y desde hace varios años se encuentra en proceso de beatificación dado que la Iglesia lo ha considerado un mártir y quienes le conocieron no dudan de tratarlo como a un santo.Cuando estamos a piunto de celebrar la fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) una de las mujeres más preclaras que ha dado la Iglesia en el siglo XX no hemos dudado en airear a este otro mártir, no tan conocido ni divulgado pero igualmente mártir por Cristo. Que estos ejem,plos a lops que unoimos a Tioto Brandsma, asesinado en Dachau y al fransciscano San maximiliano María Kolbe, el gran apostol de la Inmaculada sean ejemplos en los que nos fijemos para tratar de imitarles y sobre todo, para no despegarnos de la misión que como cristianos tenemos y espera el mismo Jesús
SU MUERTE
«En febrero de 1943, Palatucci se convirtió en el jefe de policía de Fiume y así pudo continuar su labor secreta. En vez de darle a los alemanes información sobre ´extranjeros´ para ser deportados, destruyó los expedientes. Cuando conoció los planes de los nazis, advirtió a la gente a tiempo, con frecuencia proveyéndola de documentos falsos y dinero para huir», revela Tenembaum. «El 13 de septiembre de 1944 Giovanni Palatucci fue arrestado por la Gestapo, acusado de conspiración y enviado a prisión en Trieste, donde fue condenado a muerte --añade el fundador--. Empero, su sentencia fue conmutada y el 22 de octubre fue trasladado al campo de exterminio de Dachau. Su número de prisionero era el 117.826». «Murió el 10 de febrero de 1945, pocas semanas antes de que el campo fuera liberado por los aliados, el 29 de abril de 1945 --añade--. Algunos dicen que murió de desnutrición. Otros testigos declararon que recibió un disparo. Tenía sólo 36 años».
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