sábado, 8 de agosto de 2009

RELATOS DE JOSE ANGEL: LOS OLIVOS Y LA HERMANDAD DE LOS AFLIGIDOS DEL CAÑAMELAR

Iniciativa de Los Afligidos: regalan hojas de olivo, previamente bendecidas, junto a estampas con los Cristos de Siete Aguas y del Cañamelar
(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor, texto y fotos).- Ayer, solemnidad de la Transfiguración del Señor y fiesta grande en Siete Aguas la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar puso en practica una iniciativa más: regalar hojas de olivo junto a unas estampas. Hojas que, previamente fueron bendecidas por el titular de la parroquia San Juan Bautista de Siete Aguas, el sacerdote valenciano Juan José Maset quien aprovechó el momento para felicitar al colectivo del Cañamelar por esta idea que viene a actualizar aquella Oración en el Huerto de los Olivos, presagio de la Pasión y Muerte. "Creenme, es una idea muy original. Una idea que nos debe transportar a todos a aquel momento de interiorización máxima que realizó Jesucristo momentos antes de sufrir una Pasión vergonzante y que terminaría con su Muerte y Muerte en Cruz. La Hermandad de Los Afligidos del Cañamelar con este gesto ha querido ayudar a la parroquia de Siete Aguas en su Fiesta, cosa que quiero agradecer personalmente como párroco de Siete Aguas y amigo de cese colectivo del Cañamelar porque estos gestos hace que nuestra devoción por el Cristo de los Afligidos siga en aumento y no se estanque".
Desde la Hermandad se explica esta iniciativa con dos ideas "el olivo representa en muchos casos la paz y viene a recordarnos que Jesús, antes de su horrenda Pasión y Muerte, se alejó de sus discípulos y oró en solitario. Esto lo haremos también el 14 de septiembre, Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y uno de los días importantes para la Hermandad de Los Afligidos aunque antes este domingo en la Capilla de Montesol (L' Eliana) se repartirán unas estampas con el Cristo Glorioso, en el día de su Fiesta a las que igualmente acompañarán hojas o ramitas de olivo. La Hermandad con ello pretende actualizar ese momento de intensa oración personal que realizó Jesús antes de iniciar su Pasión y segundo, incentivar a l rezo y meditación del Santo Rosario pues no hay que olvidar que el Huerto de los Olivos figura en primer lugar dentro del apartado de los Misterios de Dolor, los que se rezan el martes y el viernes de cada semana".
Por otra parte deseo la hermandad quiere, aprovechando el presente escrito con motivo de las Fiestas que Siete Aguas ha dedicado al Santísimo Cristo de los Afligidos, felicitar al cura párroco de Siete Aguas Juan José Maset, consiliario de la Cofradía, por el gran trabajo que lleva ejerciendo al frente de la parroquia de esta localidad. Trabajo que solo aplauden unos cuantos y que es incomprendido por la mayoría de los que viven en Siete Aguas. La misma incomprensión que tengo yo tras caer en mis manos un llibret de las Fiestas de Siete Aguas al Cristo de los Afligidos y figurar el sacerdote en última posición tras la Junta Directiva cuando en realidad debería ocupar el primer puesto al tratarse - lo quiero creer- de unas fiestas con marcado carácter eclesial pues no hay que olvidar que la Fiesta del Cristo de los Afligidos de Siete Aguas coincide con la solemnidad de la Transfiguración del Señor.
Vamos a recordar el Evangelio de esta Solemnidad porque realmente es una de esas jornadas que nadie debería de olvidar:"En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías» —pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados—. Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Éste es mi Hijo amado, escuchadle». Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos".(Mc 9,2-10)
ORACION
He encontrado esta maravilla, sobre la ORACIÓN de JESUS, antes de padecer en el monte de los Olivos.

Mis manos de palo (Tríptico)

"Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13,1).
"Velad y orad para que no caigáis en tentación" (Mt 26,41 - Mc 14,38. - Lc 22,40)

Tengo dos manos juntas,de olivo tengo dos manos,
velan cuando me duermo rezan si me distraigo.
Mis manos rezan conmigo,si a la oración yo las llamo.
Y, si a la fatiga cedo,rezando siguen mis manos.
Cuando mis fuerzas flaquean,¡Vigila! -me están gritando-
¡No ceses! ¡Clama!-están siempre repicando-.
Cuando la traición asoma,cogida por otra mano,
doce traiciones me cuentan que me recuerdan mi barro.
A sus ramas hoy talladas el olivo centenario
me invita a cogerme fuerte siendo fuerte cual su palo.
De noche a mañana cantan,mis anhelos porfiando.
Y, si cantar yo no puedo,ellas siguen
entonando oración de olivos viejos...
Aprendida de aquel árbol que empezó a rezar un día
-por sus hojitas llorando-al oír orar a un Hombre
de tal bondad inundado,
que más parecía un ángel de extrañas penas cargado.
Mis manos siguen ahora aquella oración rezando.
Y me hablan del Maestro,de rostro desencajado,
al que consoló un olivo-enmudecido de espanto-
porque no encontró el Amigo consuelo en los más cercanos.
Mis manos me hablan mudas del olivo centenario
que se quedó aquella noche de un Orante enamorado.
II
¡Manos de madera rústica! ¡Manos orantes! ¡Manos!
¡Enseñadme la constancia de esa madera de santo!
Que quiero ser un olivo en mi tierra enraizado.
Y aprender junto al Maestro a orar en el suelo hincado.
A ser fuerte en la tristeza, al Padre nuestro invocando.
A consolar otras penas que vienen verdor buscando.
A vivir ya para siempre por aquel Amor amando.
Porque vivir ya no puedo sin el calor de sus manos,
sin el brillo de sus ojos, sin el manjar de sus labios.
¡No puedo vivir, no puedo,de mi Amante separado!

III
¡Maestro mío! ¡Maestro Bueno!
Yo quiero ser un olivo para rezar a tu lado.
Y consolar tus angustias, presentes en mis hermanos.
Y extender mi sombra verde donde Tú estés llorando.
Porque vivir ya no puedo de Ti, mi Amor, separado.
Cuando se sintió mi albero desde tus sienes regado,
se estremeció mi madera al contacto de tú halo
y me quedé, para siempre,de tu sabor impregnado.
Déjame hundir mis raíces donde Tú estés postrado
e inundarme en tu presencia de esas gotas de topacio,
que destilas por tu frente y son fuerza de mi tallo.
Déjame rezar contigo mis brazos verdes alzando.
Y abandonar mi madero al Padre Santificado.
Que talle en mí tu figura, que en mí te quiero entallado.
¡No puedo vivir, no puedo, de Ti, mi Amor, separado!
Tengo dos manos juntas,de olivo tengo dos manos,
que velan cuando me duermo y rezan... si me distraigo.
(de Jairo)

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