El Ateneo Musical del Puerto, como siempre sucede, realizó un pasacalle lo que sirvió para alertar a los vecinos del Cañamelar que su Banda, la antigua Banda del Patronato, estaba de fiesta y con su música agasajada y homenajeaba a su patrona, Santa Cecilia.
Una comida de hermandad, algo muy normal en el Marítimo, puso broche de oro a unos actos festivos en honor a la Santa de la Música en la que un año más la Sociedad Ateneo Musical del Puerto estaba a la altura de lo que la afición espera de tan importante agrupación musical que, se encuentra a las puertas, de inaugurar oficialmente su remodelada sede, lo que supondrá, sin duda alguna, un espacio muy importante cultural y musicalmente hablando para el barrio.
La patrona de la música. - "Llamada a renunciar bajo juramento de su fe, lejos de hacerlo, logró la conversión al cristianismo de los que la inducían a abandonarlo."
Perteneciente a una caracterizada familia de patricios romanos, Santa Cecilia había recibido una esmerada educación cristiana. Consagró su corazón plenamente a Dios, demostrando en todo momento, a pesar de su juventud, una gran fuerza espiritual.
Ayunaba asiduamente y usaba un modesto atuendo bajo la túnica propia de su dignidad.
La santa prometió a Dios no contraer enlace. Sin embargo, la decisión obstinada de su padre, la obligó a desposarse con un joven llamado Valeriano. En oportunidad de celebrarse el matrimonio, selectos músicos amenizaban la ceremonia con bellas melodías y los invitados se divertían sin darse tregua. En tanto Cecilia, apartada del bullicio y sentada en un rincón, cantaba a Dios en su corazón y solicitaba la ayuda omnipotente de Jesucristo.
A solas con el contrayente y con la dulzura que la caracterizaba, Cecilia le reveló que un ángel velaba por ella y que también protegería a él si creía en Dios y recibía las aguas bautismales. Valeriano accedió gustoso, entrevistó al obispo Urbano que lo recibió y bautizó. A su vez, Tiburcio, hermano de Valeriano, maravillado por los relatos sobre Jesucristo y la vida inmortal, también recibió el bautismo. Desde ese momento, ambos se consagraron a la práctica de las buenas obras.
Llamada a renunciar bajo juramento de su fe, lejos de hacerlo, logró la conversión al cristianismo de los que la inducían a abandonarlo.
Un noble patricio estableció en la casa de Cecilia una iglesia, que más tarde consagró a la santa. Allí, el Papa bautizó a más de cuatro centenares de personas.
Santa Cecilia quien fue condenada, luego, a morir por la autoridad romana, es la patrona de los músicos. A partir del siglo XVI, consagrados artistas plásticos y escultores la han representado, entregada a la música vocal e instrumental, recordándosela el 22 de noviembre de cada año.
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