Porqué en el cementerio de El Cabañal no se rinde homenaje a personas tan emblemáticas en la historia de Valencia como el sacerdote, párroco que fue del Rosario, Padre Luis Navarro, el médico Doctor Vicente Lluch Lliso o el acuarelista y grabador Ernesto Furió Navarro, en el Día de los Fieles Difuntos?.
Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor.-Ayer, mientras visitaba a mis familiares más próximos, llegaron al cementerio de El Cabañal dos hermosas coronas de flores y...mandarinas. Sí, como leen, mandarinas frescas, de las que se venden en los mercados y de las que todos alguna vez hemos degustado. Una estaba frente al nicho que guarda los restos del inmortal Mariano Benlliure, maestro de tantas generaciones de escultores. La otra, estaba junto a la cruz central de este cementerio. Las dos aguardaban la orden de la Concejala de Cementerios Lourdes Bernal para poder cumplir con su función. La una estar junto al nicho de Mariano Benlliure y la otra haciendo compañía a la Cruz, verdadero faro y guía para todo aquel que se sienta católico y visite este camposanto.
Y aquí viene mi queja. ¿Porqué el Ayuntamiento de Valencia, que esto lo hace bien, no redondea este acto bello ofreciendo más coronas a aquellos valencianos que se hayan esforzado, a través de su arte para hacer Valencia más conocida en todo el mundo, más tenida en cuenta y sobre todo, más respetada?. Nos estamos refriendo a Ernesto Furió, maestro para muchos grabadores; el doctor Vicente Lluch, modelo de entrega y servicio hacia los demás desde su profesión de médico y el pare Lluis Navarro, un sacerdote de Dios, entregado a todas las almas, sobre todo durante el cólera de 1885 - cuando salió el Cristo de los Afligidos para llevar consuelo a todos los afectados por tan terrible mal- lo que le valió para que la Diputación de Valencia le concediese la Cruz de la Beneficencia. ¡Ahí es nada!. Y yo me pregunto ¿porqué a Mariano Benlliure sí y a estos tres no?. Es más ... les invito a que se pasen por el cementerio del Cabanyal y vean cómo se conserva la columna que sostiene el busto del Dr. Lluch, un hombre importantísimo en la epidemia del Cólera de 1885. ¡Más desastroso no puede estar!, cuando lo suyo sería que estuviese en medio de una zona convenientemente ajardinada, cuidada y distinguida. En las dos fotos que se adjuntan se puede ver el busto del prestigioso galeno en un día normal y cómo se adecenta para el día de Todos los Santos y para la Fiesta de Todos los Difuntos. Menos mal que alguna feligresa del Rosario se acuerda y siempre que acude a visitar a su familia pasa por el pare Lluis Navarro, limpia su nicho y hasta le coloca flores nuevas. La Hermandad del Cristo de los Afligidos, mejor, algunos de sus componentes, se ha impuesto desde este año que el Dr. Lluch tenga un ramo de ramas de olivo y el pare Lluis Navarro, unas ramas de olivo en medio de las flores. También la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos juntamente con el grupo de oración "Santo Rosario del Cañamelar" quiere iniciar este año de 2009 el rezo del Santo Rosario en el Día de los Difuntos teniendo presente a estos prohombres de Valencia a los que el ayuntamiento de Valencia incomprensiblemente parece ignorar en su anual visita al Cementerio de El Cabañal. Me refiero al pare Lluis Navarro; al maestro del grabado y la acuarela Ernesto Furió y al prestigioso médico Dr. D. Vicente Lluch, que, sobre todo en el cólera de 1885, se multiplicó con el único fin de atajar cuanto antes todo brote de aquella epidemia entonces mortal hasta el extremo de que el pare Lluis Navarro, por aquel entonces párroco de Nuestra Señora del Rosario mandase sacar en procesión por todo el Cañamelar (entonces Pueblo Nuevo del Mar) el Santísimo Cristo de los Afligidos. Algo inaudito entonces pero algo que la hermandad tiene a gala y algo que, de vez en cuando, como es el caso, conviene airear, publicitarlo y sacarlo a la luz pública para conocimiento de los más jóvenes.
Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor.-Ayer, mientras visitaba a mis familiares más próximos, llegaron al cementerio de El Cabañal dos hermosas coronas de flores y...mandarinas. Sí, como leen, mandarinas frescas, de las que se venden en los mercados y de las que todos alguna vez hemos degustado. Una estaba frente al nicho que guarda los restos del inmortal Mariano Benlliure, maestro de tantas generaciones de escultores. La otra, estaba junto a la cruz central de este cementerio. Las dos aguardaban la orden de la Concejala de Cementerios Lourdes Bernal para poder cumplir con su función. La una estar junto al nicho de Mariano Benlliure y la otra haciendo compañía a la Cruz, verdadero faro y guía para todo aquel que se sienta católico y visite este camposanto.
Y aquí viene mi queja. ¿Porqué el Ayuntamiento de Valencia, que esto lo hace bien, no redondea este acto bello ofreciendo más coronas a aquellos valencianos que se hayan esforzado, a través de su arte para hacer Valencia más conocida en todo el mundo, más tenida en cuenta y sobre todo, más respetada?. Nos estamos refriendo a Ernesto Furió, maestro para muchos grabadores; el doctor Vicente Lluch, modelo de entrega y servicio hacia los demás desde su profesión de médico y el pare Lluis Navarro, un sacerdote de Dios, entregado a todas las almas, sobre todo durante el cólera de 1885 - cuando salió el Cristo de los Afligidos para llevar consuelo a todos los afectados por tan terrible mal- lo que le valió para que la Diputación de Valencia le concediese la Cruz de la Beneficencia. ¡Ahí es nada!. Y yo me pregunto ¿porqué a Mariano Benlliure sí y a estos tres no?. Es más ... les invito a que se pasen por el cementerio del Cabanyal y vean cómo se conserva la columna que sostiene el busto del Dr. Lluch, un hombre importantísimo en la epidemia del Cólera de 1885. ¡Más desastroso no puede estar!, cuando lo suyo sería que estuviese en medio de una zona convenientemente ajardinada, cuidada y distinguida. En las dos fotos que se adjuntan se puede ver el busto del prestigioso galeno en un día normal y cómo se adecenta para el día de Todos los Santos y para la Fiesta de Todos los Difuntos. Menos mal que alguna feligresa del Rosario se acuerda y siempre que acude a visitar a su familia pasa por el pare Lluis Navarro, limpia su nicho y hasta le coloca flores nuevas. La Hermandad del Cristo de los Afligidos, mejor, algunos de sus componentes, se ha impuesto desde este año que el Dr. Lluch tenga un ramo de ramas de olivo y el pare Lluis Navarro, unas ramas de olivo en medio de las flores. También la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos juntamente con el grupo de oración "Santo Rosario del Cañamelar" quiere iniciar este año de 2009 el rezo del Santo Rosario en el Día de los Difuntos teniendo presente a estos prohombres de Valencia a los que el ayuntamiento de Valencia incomprensiblemente parece ignorar en su anual visita al Cementerio de El Cabañal. Me refiero al pare Lluis Navarro; al maestro del grabado y la acuarela Ernesto Furió y al prestigioso médico Dr. D. Vicente Lluch, que, sobre todo en el cólera de 1885, se multiplicó con el único fin de atajar cuanto antes todo brote de aquella epidemia entonces mortal hasta el extremo de que el pare Lluis Navarro, por aquel entonces párroco de Nuestra Señora del Rosario mandase sacar en procesión por todo el Cañamelar (entonces Pueblo Nuevo del Mar) el Santísimo Cristo de los Afligidos. Algo inaudito entonces pero algo que la hermandad tiene a gala y algo que, de vez en cuando, como es el caso, conviene airear, publicitarlo y sacarlo a la luz pública para conocimiento de los más jóvenes.
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